Proseguimos este viaje de la Cocina Viajera en San Sebastián, mi lugar preferido para ir de pintxos. En esta ocasión no hemos hecho una gran ruta porque disponíamos de poco tiempo y muchas cosas que hacer, pero aunque comprimido ha sido muy provechoso. No podíamos dejar de visitar uno de mis preferidos y más emblemáticos bares del casco antiguo, «La Mejillonera», una relación calidad-precio excelente, famoso por sus mejillones y sus calamares y de postre no podía ser de otra manera, un pastel vasco, gateau basque (en francés). Según los expertos su origen se encuentra en la región Vasco-Francesa de Lapurdi, actualmente en cada zona le dan su toque personal, rellenos de crema o de mermelada, como soy una golosa empedernida, no me pude resistir y al final compré además del pastel vasco, una pantxineta y un pastel de queso con mermelada de cerezas, los tres una delicia.
San Sebastián posee el funicular en funcionamiento más antiguo del País Vasco y tercero de España, con más de 100 años de antigüedad merece la pena sentarse en sus bancos de madera y subir en él al Parque de Atracciones del Monte Igueldo, inaugurado el año 1912 por la regente María Cristina, te dará la impresión de viajar atrás en el tiempo. Este medio de trasporte es el que utilizaban los asistentes al Casino situado en el Monte que en el año 1925 al prohibirse el juego se transformó en un Salón de bailes. En el año 2014 , el parque de atracciones y el funicular fueron clasificados Bienes de Interés Cultural.
A la mañana siguiente madrugamos camino de Espelette, un pequeño pueblo del País Vasco Francés famoso por su pimiento «Piment d´Espelette», una joya gastronómica que se cultiva desde que Cristóbal Colón trajera una muestras desde América. Según la Escala de picor de Scoville, creada por el químico y farmacólogo Estadounidense Wilbur Scoville en 1912, que mide la potencia de picante en cada pimiento, cataloga este tipo de pimiento en el número 4, para que os hagáis una idea el pimentón cayena ocuparía el número 8, es una especie ideal para utilizar en platos de carne, guisos en general y conseguirá dar un toque especial a los postres con base de chocolate. Os llamarán la atención las fachadas de las casas cubiertas de pimientos secando, un pueblo precioso al que sin duda volveré. Lógicamente no podía marcharme sin comprar el famoso pimiento, he comprado pimiento molido, jalea de pimiento (ideal para acompañar quesos y pates) y puré de pimiento, productos con los que podré enriquecer mis recetas sin lugar a duda. Como Francia es un país con maravillosos quesos, no he podido resistirme a comprar un pequeño queso de cabra cubierto como no podía ser de otra forma de pimiento de Espelette.
Seguimos nuestra ruta por el País Vasco Francés, camino de San Juan de Luz, ciudad de corsarios vascos allá por el siglo XVII hoy es un lugar de turismo relajado con un casco viejo repleto de bonitas casas que conservan el encanto de épocas pasadas, la calle principal de San Juan de Luz es la Rue Gambetta por la que podrás pasear rodeado de tiendas de ropa y productos locales. Hemos visitado la Iglesia de San Juan Bautista donde se celebró el matrimonio de Luis XIV con la infanta María Teresa (hija del rey de España) en el año 1660, como resultado del Tratado de los Pirineos poniendo así fin al largo conflicto entre Francia y España. Una iglesia diferente a todo lo que había visto hasta ahora con galerías de madera que se extienden a lo largo de las paredes laterales, antiguamente se dice que allí se colocaban los hombres mientras las mujeres permanecían abajo.


Visitar San Juan de Luz no se puede entender sin tomar sus famosos macarons, unos dulces típicos hechos con almendra, huevo y azúcar, que nada tiene que ver con los macarons de colores que conocemos en España. Dicen que su fama se debe también al famoso enlace que se dio en la ciudad, y es que la infanta María Teresa le entregó como presente a su marido Luis XIV unos macarons, el quedó maravillado y a partir de entonces se hicieron populares entre la burguesía. La historia de esto dulces se remonta al año 1160 cuando el Sr. Adam de San Juan de Luz los empezó a cocinar, la pastelería Adam llamada «Maison Adam» todavía existe y sigue utilizando la receta original de estos deliciosos bocados.
A 20 km. de San Juan de Luz se encuentra Biarritz, una ciudad con un pasado señorial que aúnque sigue conservando ese toque glamuroso, convive perfectamente con el ambiente surfero en la actualidad. A mediados del siglo XIX la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III se enamoró de ella y mandó construir una residencia palaciega de verano que actualmente conocemos como Hotel du Palais, así surgió la gran transformación de un pueblo ballenero a lugar de veraneo de monarcas y burgueses europeos. De aquella época es la Iglesia Ortodoxa Rusa, que fue constuida tras la alianza entre Francia y Rusia bajo la iniciativa del Zar Alejandro III.



A la vuelta hemos parado en Zarautz para tomarnos un tentempié en el restaurante de Arguiñano, por falta de tiempo no hemos podido quedarnos a comer pero lo dejo pendiente en mi próxima visita en verano.
Aunque corta y con el clima en contra ha sido una experiencia provechosa digna de repetir, recomendable 100%.
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